El próximo lunes debatiremos, en El Tren de la Memoria, sobre el acceso a los archivos, sus limitaciones y las consecuencias que puede presentar la universalización del acceso a la documentación histórica. El de esta semana es un buen ejemplo:
La Policía Nacional ha recuperado dieciséis pergaminos del siglo XI que habían sido robados en 1997 del Archivo Municipal de Huesca, dos de los cuales iban a ser subastados en una sala de Barcelona.
Los pergaminos formaban parte del fondo de San Pedro el Viejo y algunos están firmados por el rey Sancho o el rey Pedro I; son de tamaño irregular, con letra visigótica y están en buen estado de conservación.
La recuperación de los pergaminos ha sido posible después de que los agentes tuvieran conocimiento de que en una sala de Barcelona se iban a subastar, con un precio de salida de 5.000 euros, dos de los dieciséis documentos del siglo XI sustraídos en Huesca.
No obstante, los dueños de la sala tenían en total en su poder quince pergaminos que habrían adquirido en 2005, tras haber sido transferidos en varias ocasiones desde que fueron sustraídos hace más de diez años.
De haberse subastado los quince pergaminos, que han sido finalmente intervenidos, podrían haber tenido un precio de salida de unos 80.000 euros, valor que se habría llegado a triplicar en el precio final de remate.
Además, en nuestro monográfico semanal repasaremos y nos pondremos al día sobre una de las instituciones más temidas y, a la vez, con más leyenda de la España Moderna: la Inquisición. Sus orígenes, sus acusaciones, los delitos, las causas de su desaparición y la "leyenda negra" creada en torno a ella.
Luis Portugués, escopetero, natural de Tortosa, vecino de Valencia, fue testificado por un testigo varón mayor llamado Bias Serrat, peinero, vecino de Tortosa, de que habría diez y seis años poco más o menos, él y el dicho Portugués se conocieron camalmente el uno al otro por detrás con actos consumados, cuatro o seis veces en diferentes tiempos por espacio de cuatro años que les duró la dicha amistad (...)
Bias Serrat le testificó de nuevo de haber tenido tocamientos deshonestos el reo con otras personas, y examinados los dichos contestes, el uno dellos que es varón y mayor, le testificó de que habría ocho años poco más o menos que el reo había trabado conversación con dicho testigo, hablándole de cosas deshonestas y torpes, había tenido tocamientos deshonestos el reo consigo mismo hasta llegar a tener polución, y tocando las partes vergonzosas del testigo, le hacía también al testigo que tocase las del reo, y que de allí a poco tiempo, por otras dos veces, el reo había tenido conversación con el testigo, tratando de cosas deshonestas y tocándose en su presencia sus partes vergonzosas. En una de ellas se las enseñó al reo. El otro contes. te, varón y mayor, le testificó de que habría quince o diecisiés años que estando el testigo en el campo, el reo se había llegado a él, y poniéndole en razones le daba quejas de que su mujer no quería consentir que tuviese acceso con ella por tener como tenía su parte natural muy gruesa, y sin advertir que le podían ver de muchas partes, sacó el reo su miembro viril para que lo viese el testigo, de lo cual lo reprendió.
Archivo Histórico Nacional, Inq., libro 940, fol. 232
(En http://identidades.org/pasado.htm)
Este es uno de los miles de "Autos de Fe" que se dictaron hasta el siglo XIX. Advertimos, eso sí, de que se trata de uno de los más 'light' en lo que a descripción y acusaciones se llevaron a cabo. ¿Quién heredó el espíritu del Santo Oficio...? Si quieres hacernos llegar tus preguntas o tu opinión en cualquiera de los dos casos, no tienes más que dejarnos un mensaje que será leído en directo..., ¿participas?